Aquella tarde
Me acuerdo de aquella tarde
que yo te vi a lo lejos,
desde ese bendito día
en mis sueños te contemplo.
Ya te veo por todas partes…,
y en todos mis pensamientos:
¡Cuando leo…, cuando escribo…,
cuando como y cuando duermo!
Me creo que estoy contigo
cuando por las noches sueño,
y sufro al despertarme
si a mi lado no te veo.
Quiero que un tatuador
grabe tu efigie en mi cuerpo:
¡Ella será mi tesoro…,
ya que en persona no puedo!
Sé que tienes otra vida…,
que es imposible lo nuestro;
pero en sueño…, yo te amo.
¡Despierto…
Yo te respeto!